Lacan-araña. heraldo de topología

In progress


Texto:

Quiero agradecer a mis compañeros rusos de Argentina, y a los que conozco menos pero que también realizaron esta jornada, la invitación a hablar sobre el tema Los Nombres del Padre.

Y quiero comenzar por relatarles algunas peripecias que acontecieron durante la preparación de esta intervención.

Después de ponerme a pensar y a leer lo que me pareció relacionado con la temática de la jornada, se me ocurrió que el modo en que quería presentar mi exposición tenia que ser espontaneo, sin recurrí a un texto escrito, o en todo caso a algunos pocos punteos que seguir durante una intervención lo mas libre posible de las constricciones que un texto escrito supone.

Pero sucedió que, aunque era de esperase, pero no lo anticipé, se me solicitó un título para mi exposición. Y lo primero que pensé fue que ese título estuviese de algún modo íntimamente relacionado con ese tono y carácter que quería darle a mi intervención. Así fue como recordé la manera en que Joyce se refería a su siempre cambiante y siempre corregible modo de trabajo, y también en la forma en que se dice que Leonardo trabajó sobre todo en la Mona Lisa, volviendo sobre detalles, tapando con pinceladas nuevas. detalles que quería tapar y otros que quería agregar.

Pensando en estas cosas me vino a la mente la frase work in progress, para referirse a su modo de producción.

Pero por razones que tienen su raíz en el seminario de Lacan Los Nombres del Padre, me pareció mejor no incluir el termino work, trabajo. Y así fue que sugerí In progress In progressLo cómico fue que esto fuera tomado o leído como un modo de decir que aún no había puesto un título a esta intervención, a la manera del famoso chiste que Freud comenta en El chiste y su relación con el inconsciente.1

Dicho esto, justamente quiero relacionar estas contingencias del título con las que Lacan nos muestra respecto a los nombres del padre. Porque fue muchos años antes del Seminario del año 1973 que llamó Les non-dupes errent, que Lacan se propuso titular a su Seminario Les noms du Père. Dados los sucesos que llevaron a Lacan a cambiar de sede su enseñanza, él prometió jamás hablar de los nombres del Padre.

Pienso que, por esto, por encontrarlo en el rumbo de su discurso y de su enseñanza, retomó este asunto, pero por medio de un hallazgo homofónico supo llamar al Seminario del año `73 Les non-dupes errent, y respecto a la homofonía plantear cuestiones sumamente novedosas.

Así dirá que el saber, saber inconsciente, relativo a estos dos modos de escribir una misma expresión fonética, ese saber es el mismo en ambos casos, y agrega “de ese saber se descifr a un mismo sujeto”. Pero a la vez, el sentido dependiendo de la diferente ortografía resulta en ambos casos diferente. Con lo cual nos remite expresamente a pensar en la relación entre la escritura y la lengua.

Una de las vertientes que me interesa pensar junto con ustedes y que me genera muchas preguntas, es la relación entre el Nombre del Padre como sustitución metafórica del Deseo de la Madre en su singularidad, que en la práctica siempre nos resulta de algún modo sorprendente, en relación a la cuestión del lekton, incorporal que los antiguos estoicos plantearon como lo que hace legible el significado.

Pensando que el lekton es inescindible del concepto de discurso, ya que alude a lo que hace legible algo que pretende ser un lazo social y participa de esto que Freud llamaba “ser o no de la parroquia”, encuentro que el Nombre del Padre, singular para un sujeto es aún mas restringido que el lekton puesto que es tal vez ilegible.

Regresando a la cuestión del título dado por Lacan al Seminario del año `73, leemos allí una palabra compuesta con un prefi jo negativo que afecta al término dupe, término coloquial francés que el diccionario señala como tanto alguien engañable con facilidad, una victima, un incauto, y también un ingenuo. Lacan va a decir, desde la primera clase que estos a quienes llama non-dupes, cometen errores, repiten, viven como errantes y que en relación a la estructura del lenguaje están en una posición de desconocimiento. Podría decirse que no leen las formaciones del inconsciente.

Lacan nos dice que los que quisieron congraciarse con la Asociación Psicoanalítica Internacional al precio de impedir a Lacan enseñar no estuvieron siguiendo sino el error de Freud que lo llevó a fundarla en la senda del discurso científi co, discurso que pretende dar cuenta de todos los hechos, pero a la vez nada quiere saber de su falla, de su agujero constitutivo. Lacan dirá que esos que negociaron su excomunión nunca pudieron acceder a esos Nombres del Padre porque al seguir el error de Freud y profundizarlo reprimen los Nombres del Padre. Y por sus precauciones para con la estructura, el lenguaje, el inconsciente, están condenados a una extranjeridad al análisis.

Por otra parte, en Die Grenzen … , de 1925, Freud dice que el soñar es una actividad anímica que produce una Lustgewinn, una ganancia de goce o plus-de-goce en términos de Lacan. Aquí me aventuro a decir que no es Freud sino los post freudianos y los lacaniosos o lacaniadores, los non-dupes, quienes y-erran, (con “y griega” de Yo), leyendo Lust como placer . Los límites de la interpretabilidad (Einige Nachtrage zum Ganzen der Traumdeutung) es como traduce la versión “canónica” de la Asociación Internacional la texto de Freud que Lacan cita y que traduce y comenta en 1973.

Constantemente encuentro en Lacan una invitación a leer, a leer más, usando para ello un estilo donde pululan señales inequívocas pero también equívocas, bromas e impasses que, si aceptamos el reto y el juego de su autor, conducen a una luz mayor.

Del mismo modo nos presenta sus dit-mansions, diciendo que son 3 y que son equivalentes y que además se anudan de un modo tal que genera una geometría nueva, superadora del more geométrico. Practica constantemente aquello que construye con su discurso en posición de analizante. En sucesiones de frases contradictorias pero sólo en apariencia, sólo para los no-incautos incurriendo en la promoción de un psicoanálisis impracticable, despliega la eficacia del discurso que funda, sus matemas, su álgebra.

En ese sentido es que esta presentación ha abundado en referencias a títulos. Al título de la presentación misma, al título del Seminario del año 1963, interrumpido en su primera clase, al de 10 años después, homofónico del inconcluso, y al título de un texto de Freud que ahorré casi del todo en esta exposición mencionar, no sólo su comentario por Lacan sino además el comentario de su itinerario curioso que logró, al menos para la Standard Edition, des ubicarlo con respecto a la obra a la que pertenece de derecho: la Traumdeutungla Traumdeutung a cuyo título señala en su acápite, en rigor su subtítulo. Es decir: Freud en 1925 escribió Die Grenzen der Deubtarbeiten como un nuevo capítulo para la Traumdeutung, por eso Die Grenzen … es propiamente un subtítulo y debería ser parte de La interpretación de los sueños en lugar de fi gurar como un trabajo menor en el tomo XIX de la Estándar Edition que lleva el nombre: El yo y el ello y otras obras.

Lacan dice que el rechazo del discurso científico por el ocultismo, por el que Freud muestra interés y preocupación en otro de los textos de 1925 también destinado a formar parte de la Traumdeutung , que ese rechazo arrastró consigo a  Die Grenzen.

Me animo a pensar que también el hecho ya señalado más arriba de que Freud explicita que el dormir es una actividad espiritual que procura una ganancia inmediata de goce, no es para nada ajeno al destino que le fue dado por la I. P. A., no contenta con el expediente habitual de traducir Lust como placer.

Es curioso por demás que un modo de escribir placer en alemán sea Freude Tampoco hay que eludir el hecho de que Lust Lust puede ser traducido como placer, pero notamos, sin ser germanófonos, que entre los sentidos que pueden encontrarse al término, hay una clara alusión al gozar activo en unos casos y claramente en otros el sentido tiende a un alivio de tensión que en castellano llamamos placer. Por esto no es muy discutible el placer del LustprinzipsLustprinzips y sí lo es llamar del mismo modo al del Deubtarbeiten.

Por todo esto es que titulo “…in progress …” a esta intervención en una jornada en torno a la frase “les non-dupes errent”“les non-dupes errent”. Lo pienso como un modo de señalar una dirección, la de la lectura como la entiende el discurso analítico. Iluminada magistralmente por Lacan cuando cumple con su palabra de jamás dedicar un seminario a los Noms du Père, mientras lo hace a los que no son no-incautos ni no-fáciles de engañar, que tampoco son los no-víctimas.

… in progress … no es work y ciertamente no es que no lo sea, porque el tripalium inconsciente produce Lusty el desciframiento en el discurso analítico es el que puede extender la lectura hacia su límite.

  1. El caso es que en el cartel, en lugar de escribir el título de mi informe “En proceso”, escribieron “Título por confirmar”. ↩︎